sábado, 19 de julio de 2025

Síndrome de visión por computadora: una revisión exhaustiva de la literatura

Tarifas Kahal ,Ahmad Al Darra & André Torbey

FUENTE: Traducción automática Google Machine 

 

En este artículo

Abstracto

El síndrome visual informático (SVI) es un problema de salud creciente en la era digital, con una prevalencia reportada del 69.0%. Es causado por factores relacionados con las pantallas, ambientales, ergonómicos y fisiológicos, que afectan a diversos grupos demográficos. La pandemia de COVID-19 amplificó significativamente el SVI debido al aumento del tiempo frente a la pantalla para el trabajo remoto, el aprendizaje en línea y el uso de redes sociales, con estudios que reportan síntomas en hasta el 74% de las personas. Los desafíos visuales únicos de las pantallas digitales, incluyendo la reducción de la claridad y el deslumbramiento, exacerban síntomas como la sequedad ocular y el malestar, especialmente en aquellos con visión no corregida. Comprender el SVI es crucial para mitigar su impacto mediante estrategias efectivas de prevención y manejo. Este estudio explora las causas, el diagnóstico, el manejo y las estrategias de prevención del SVI mediante la síntesis de hallazgos recientes de optometría, salud ocupacional, salud digital y ergonomía. También destaca tendencias emergentes como la IA, los wearables y la realidad aumentada, a la vez que proporciona estrategias prácticas de manejo. Se realizó una revisión narrativa de la literatura de 2014 a 2024, centrándose en artículos indexados en PubMed y revisados por pares, incluidos metanálisis y revisiones sistemáticas, dando prioridad a los estudios recientes y altamente citados.

PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO

Introducción

  • El síndrome visual computacional (SVC), también conocido como fatiga visual digital, afecta al 69% de la población, con una prevalencia influenciada por el género, la región y los ingresos.
  • La pandemia de COVID-19 ha intensificado los síntomas del síndrome cardiovascular debido al aumento del tiempo frente a las pantallas para el trabajo remoto y el aprendizaje en línea.

Definición y síntomas del síndrome de visión informática (SVI)

  • El síndrome de fatiga visual (SVC) abarca una variedad de síntomas oculares y extraoculares, que incluyen fatiga visual, dolores de cabeza, visión borrosa y dolor de cuello.
  • Los síntomas se ven agravados por las exigencias visuales particulares de las pantallas digitales, como la claridad imprecisa de las letras y el contraste reducido.

Prevalencia y análisis demográfico del síndrome de visión por computadora

  • Un metanálisis de 2023 destaca una mayor prevalencia de CVS entre las mujeres y en regiones como África y Asia.
  • Los estudiantes universitarios reportan las tasas de prevalencia más altas debido al mayor tiempo frente a la pantalla y a prácticas ergonómicas inadecuadas.

Factores de riesgo y exigencias visuales en el síndrome visual informático

  • El tiempo prolongado frente a una pantalla, las configuraciones ergonómicas deficientes y la visión no corregida son factores de riesgo importantes para el síndrome de visión borrosa.
  • El papel de la luz azul en el síndrome cardiovascular sigue siendo controvertido y hay debates en curso sobre su impacto en la fatiga visual.

Estrategias de prevención, manejo y tratamiento

  • Las tecnologías portátiles y la inteligencia artificial están surgiendo como herramientas innovadoras para la prevención del síndrome de fatiga visual, ofreciendo información en tiempo real sobre la salud ocular y la ergonomía.
  • A pesar de su popularidad, los anteojos que bloquean la luz azul y los lentes multifocales muestran una eficacia limitada para reducir los síntomas del síndrome de visión borrosa.

Tecnologías innovadoras en la prevención del CVS

  • Los anteojos inteligentes equipados con tecnologías de seguimiento ocular cercano pueden monitorear la frecuencia de parpadeo y brindar recordatorios para reducir la fatiga visual.
  • Las evaluaciones ergonómicas basadas en IA han demostrado ser prometedoras para mejorar la postura y la conciencia en entornos profesionales.

Pautas actuales para la prevención del CVS

  • Las campañas de concientización pública enfatizan la importancia de las prácticas ergonómicas, los exámenes oculares regulares y el uso equilibrado de dispositivos.
  • Las intervenciones en el lugar de trabajo y las iniciativas educativas son cruciales para un enfoque holístico del manejo del CVS.

Perspectiva futura

  • El futuro de la gestión del CVS dependerá de intervenciones basadas en evidencia, tecnologías innovadoras y educación pública.
  • Abordar las necesidades únicas de diversos grupos, incluidos niños y adultos mayores, es esencial para una mitigación eficaz del CVS.

Palabras clave:

Artículo anteriorVer la tabla de contenidos del númeroSiguiente artículo

1. Introducción

En la era digital contemporánea, el síndrome de visión por computadora (CVS), comúnmente conocido como fatiga visual digital, se ha convertido en una preocupación frecuente. Un metanálisis reciente de 2023 reveló una prevalencia matizada del 69,0 %, influenciada por factores como el género, la región, el grupo de ingresos y las categorías de población, lo que destaca la naturaleza generalizada del CVS en diferentes segmentos demográficos.Citación1 ].

La pandemia de COVID-19 amplificó significativamente el problema del CVS, ya que el cambio global al aprendizaje en línea y al trabajo remoto aumentó el tiempo frente a la pantalla en todos los grupos de edad, y los estudios informaron un aumento notable en los síntomas del CVS; una revisión sistemática de 2024 destacó que el 74% de los participantes experimentaron CVS, lo que subraya el impacto de los cambios en el estilo de vida inducidos por la pandemia [Citación2–5 ]. Además de facilitar el trabajo remoto y el aprendizaje en línea, la pandemia también aumentó el tiempo frente a la pantalla en las plataformas de redes sociales [Citación6 ,Citación7 ]. Por ejemplo, un estudio en China encontró que el uso de las redes sociales aumentó 3,2 horas por semana durante la pandemia en comparación con los niveles previos a la pandemia [Citación6 ]. Las investigaciones indican que el uso de las redes sociales probablemente aumentó los síntomas del síndrome de visión borrosa, como ojos secos, ardor y picazón, debido a la reducción del parpadeo, con el uso prolongado del teléfono móvil (caracterizado por pantallas pequeñas y tiempos de visualización extendidos) y factores como la edad y los hábitos de las redes sociales que influyen significativamente en la prevalencia del síndrome de visión borrosa [Citación8 ]. Además, un estudio entre estudiantes universitarios tailandeses encontró un aumento del 12 % en el riesgo de CVS por cada hora adicional de tiempo frente a la pantalla, lo que vincula aún más la interacción digital prolongada con la fatiga visual [Citación9 ]. Las exigencias visuales distintivas de las pantallas digitales contribuyen significativamente al CVS, ya que presentan desafíos como claridad imprecisa de las letras, contraste reducido, reflejos y distancias y ángulos de visión problemáticos, todo lo cual tensiona el sistema visual y perjudica el rendimiento [Citación10 ]. Estos efectos se intensifican por factores de la pantalla como la resolución, el contraste, las frecuencias de actualización y el resplandor ambiental, y la iluminación periférica brillante durante el uso de la computadora exacerba aún más los síntomas.Citación11 ].

El tiempo frente a una pantalla que excede las dos horas diarias se ha vinculado sistemáticamente con un mayor riesgo de CVS [Citación12 ]. El trabajador estadounidense promedio, por ejemplo, pasa siete horas al día frente a las computadoras, lo que lo hace especialmente propenso a síntomas como dolores de cabeza, fatiga visual, visión borrosa, ojos secos y dolor de cuello y hombros [Citación10 ]. Un estudio en el Reino Unido e Irlanda informó que el 89,5% de los trabajadores experimentaron síntomas de CVS, y el 34,4% los experimentó regularmente, e identificó predictores clave como tener 35 años o más, el uso diario prolongado de la computadora de seis o más horas y el uso de anteojos correctivos [Citación13 ]. El impacto del tiempo excesivo frente a las pantallas se extiende más allá del lugar de trabajo y afecta a varios grupos de edad. Los datos de los CDC muestran que los niños de 8 a 10 años pasan un promedio de seis horas diarias frente a las pantallas, los de 11 a 14 años un promedio de nueve horas y los adolescentes de 15 a 25 años un promedio de siete horas y media, incluido el uso de la televisión [Citación14 ].

El diagnóstico requiere un examen ocular completo centrado en las necesidades visuales relacionadas con la computadora, lo que permite a los profesionales del cuidado ocular recomendar tratamientos adecuados.Citación12 ]. En el cambiante panorama digital, comprender el CVS se vuelve crucial para la salud ocular, especialmente en el contexto de los desafíos del entorno laboral moderno y la creciente dependencia de las pantallas digitales. Esta revisión bibliográfica busca contribuir al debate sobre la salud ocular en la era digital explorando las complejidades del CVS, incluyendo sus causas, factores de riesgo, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención. Proporciona una síntesis exhaustiva de los hallazgos más recientes de múltiples disciplinas, abordando factores fisiológicos, ergonómicos y ambientales. La revisión también destaca tendencias emergentes como el uso de IA y wearables en la prevención, y la realidad aumentada como un nuevo factor de riesgo. Al ofrecer estrategias prácticas de prevención y gestión, conecta la investigación de la optometría, la salud ocupacional, la salud digital y la ergonomía, convirtiéndola en un recurso valioso tanto para la investigación como para su aplicación en el mundo real.

2. Métodos

Se realizó una revisión narrativa de la literatura entre 2014 y 2024, centrándose exclusivamente en artículos indexados en PubMed y revisados por pares. La revisión abarcó metanálisis, revisiones sistemáticas y estudios de investigación primaria relacionados con el síndrome visual informático.

  • Estrategia de búsqueda: Los estudios se identificaron a través de la base de datos PubMed utilizando palabras clave como "Síndrome de Visión por Computadora", "prevalencia", "factores ergonómicos" y "estrategias de manejo".
  • Criterios de inclusión: Se dio preferencia a los artículos más recientes para garantizar la inclusión de los hallazgos más actuales. Se priorizaron los estudios con alta citación y solidez metodológica por su relevancia e impacto en los temas clave de la revisión. Se incluyó información de la Asociación Americana de Optometría y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para complementar la literatura revisada por pares con directrices y estadísticas de expertos.
  • Criterios de exclusión: Se excluyeron los estudios que no estaban en inglés, los artículos no revisados por pares y los artículos no relacionados con CVS.
  • Enfoque de síntesis: Los estudios se categorizaron temáticamente en secciones que abordaban la prevalencia, los factores fisiológicos y ergonómicos y las estrategias de prevención y gestión basadas en evidencia.

3. Definición y síntomas del síndrome visual informático (SVI)

El síndrome de visión por computadora (CVS), también conocido como fatiga visual digital (DES), es un término que abarca una variedad de problemas oculares y extraoculares [Citación11 ]. Esta condición, según la describe la Asociación Americana de Optometría (AOA), se manifiesta como un conjunto de anomalías visuales asociadas con el uso prolongado de terminales de visualización de video (VDT), como computadoras, tabletas, lectores electrónicos y teléfonos celulares [Citación12 ].

Los síntomas oculares característicos del CVS incluyen visión borrosa, sequedad, dolor de cabeza, enrojecimiento de los ojos, lagrimeo, sensación de ardor en los ojos, visión doble, dolor ocular, picazón, intolerancia a la luz, dificultad para ver de cerca, pesadez en los párpados, sensación de cuerpo extraño, parpadeo excesivo, halos de colores, empeoramiento de la visión, fatiga y cansancio ocular e irritación ocular, mientras que los síntomas extraoculares, directamente relacionados con la mala postura y las posiciones adoptadas durante las actividades relacionadas con la computadora, incluyen alteraciones del sueño y malestar o dolor en el cuello, los hombros y la espalda [Citación1 ,Citación11 ,Citación12 ] Los síntomas oculares y musculoesqueléticos asociados con el CVS afectan significativamente el bienestar psicológico, lo que a menudo conduce a un mayor estrés y malestar, que están vinculados a tasas más altas de depresión y ansiedad [Citación15 ,Citación16 ]. Además, las investigaciones indican que el CVS puede obstaculizar las actividades académicas y las funciones cognitivas debido a su asociación con el insomnio, ya que la luz azul de los dispositivos digitales, particularmente en el rango de 440 a 550 nm, suprime la producción de melatonina, lo que altera los ritmos circadianos y provoca dificultades para conciliar el sueño y mantener un sueño reparador [Citación17 ,Citación18 ]. Además, los síntomas del CVS como la fatiga visual y los ojos secos dificultan aún más el rendimiento durante el aprendizaje o el trabajo a distancia, lo que es particularmente preocupante para los estudiantes y profesionales que dependen en gran medida del uso de la computadora [Citación19 ]. La fatiga visual, a menudo acompañada de cefaleas, puede atribuirse a diversos factores, como espasmos musculares alrededor de la órbita, problemas de acomodación y problemas de convergencia. Esto subraya la compleja interacción de factores fisiológicos que contribuyen a la manifestación de los síntomas del síndrome de la circulación periférica.Citación20 ].

Además, la gravedad de los síntomas oculares del SVC está estrechamente relacionada con la agudeza visual y las exigencias específicas de una tarea, como las transiciones rápidas entre entornos iluminados y oscuros. Estas transiciones pueden causar deficiencias visuales transitorias debido al blanqueamiento de los fotopigmentos en la retina, lo que ilustra cómo los factores ambientales y relacionados con la tarea afectan el rendimiento visual.Citación10 ]. Además, factores como la visión sin corrección, la mala ergonomía en la oficina y las tareas visualmente exigentes agravan estos problemas al aumentar la tensión en el sistema visual. Por ejemplo, los frecuentes ajustes de enfoque entre la pantalla, el teclado y otros elementos al usar una computadora contribuyen aún más a los síntomas del SVC.Citación10 ,Citación12 ]. Síntomas como astenopía y fatiga visual se desarrollan gradualmente y tardan más en resolverse, y a menudo persisten con la exposición continua a la tarea [Citación10 ]. Además, el uso prolongado de la computadora reduce el parpadeo, lo que a su vez provoca sequedad ocular y una peor calidad de la película lagrimal, lo que contribuye aún más a la fatiga ocular [Citación10 ,Citación12 ].

Los síntomas relacionados con la postura en el CVS, reconocidos como síntomas musculoesqueléticos, se manifiestan más comúnmente como dolor de cuello, hombros y espalda. Un estudio sobre empleados bancarios en Cape Coast Metropolis, Ghana, reveló una prevalencia sorprendentemente alta del 79,1 % para el dolor de cuello, 69,8 % para el dolor de hombro y 82,7 % para el dolor de espalda [Citación21 ]. De manera similar, una investigación entre estudiantes universitarios en Chennai reveló una prevalencia significativa de estos síntomas musculoesqueléticos [Citación22 ].

Otro estudio realizado entre estudiantes de medicina de la Universidad de Jartum, Sudán, que involucró a 149 participantes, arrojó resultados comparables: el dolor de cuello y hombros fue el síntoma informado con mayor frecuencia (78,5%) [Citación23 ]. Se plantea la hipótesis de que la notable frecuencia de estos problemas musculoesqueléticos está relacionada con ángulos de visión y distancias inadecuados asociados con el uso de la computadora [Citación12 ].Figura 1. Y Figura 2. resume los síntomas más comunes del CVS con su prevalencia según los hallazgos de Ccami-Bernal F et al. [Citación1 ].

Figura 1. Prevalencia de síntomas oculares.

Figura 1. Prevalencia de síntomas oculares.

Mostrar en tamaño completo

Figura 2. Prevalencia de síntomas extraoculares.

Figura 2. Prevalencia de síntomas extraoculares.

Mostrar en tamaño completo

Prevalencia y análisis demográfico del síndrome de visión por computadora

La investigación exhaustiva sobre la prevalencia del SVC, realizada mediante un metaanálisis sistemático en 2023 y que abarcó investigaciones entre 2011 y 2023, ofrece información valiosa sobre el panorama complejo de este problema de salud visual. La prevalencia general del SVC en 103 estudios fue del 69,0 % (IC del 95 %: 62,2 a 75,4).Citación1 ].

Un análisis basado en el género reveló que las mujeres exhibieron una prevalencia más alta, con un 71,4% (IC del 95%: 61,4 a 80,5), en comparación con los hombres, con un 61,8% (IC del 95%: 51,0 a 72,1) [Citación1 ]. El ojo seco, un componente clave del síndrome del ojo seco, está influenciado por fluctuaciones hormonales en las mujeres, que pueden alterar la producción de lágrimas y aumentar la sequedad [Citación24 ]. Este efecto se ve agravado aún más por el uso de cosméticos para los ojos, que pueden migrar a la superficie ocular y desestabilizar la capa lipídica de la película lagrimal, lo que provoca un empeoramiento de los síntomas del ojo seco por evaporación [Citación25 ]. Además, el aumento del tiempo frente a la pantalla y la adopción inadecuada de prácticas ergonómicas pueden contribuir a esta disparidad, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos factores.

El estudio destacó disparidades regionales en las tasas de prevalencia: África (71,2 %, IC del 95 %: 64,0 a 77,8) y Asia (69,9 %, IC del 95 %: 60,5 a 78,6) presentaron tasas más altas en comparación con Europa (61,4 %, IC del 95 %: 54,2 a 68,3) y América Latina (66,6 %, IC del 95 %: 57,6 a 74,9) [Citación1 ]. La alta tasa de prevalencia en África se puede atribuir a diversos factores, como prácticas ergonómicas deficientes, entornos laborales deficientes y falta de concienciación sobre la ergonomía adecuada. Por ejemplo, un estudio realizado en Ghana muestra que el 79,5 % de las estaciones de trabajo presentaban prácticas ergonómicas deficientes, el 73,5 % de los encuestados utilizaba ángulos de pantalla incorrectos y el 99 % experimentaba una iluminación deficiente.Citación26 ]. De manera similar, en Etiopía, el 78,6% de los participantes tenían configuraciones deficientes, el 61,1% excedía los ángulos de visión recomendados y el 55,7% trabajaba con una iluminación inadecuada [Citación27 ]. En Nigeria, a pesar de los altos niveles educativos entre los científicos de laboratorio médico, solo el 25,5% conocía la ergonomía y menos del 30% de ellos comprendía sus beneficios o los riesgos asociados [Citación28 ]. Los factores climáticos, como la baja humedad en climas cálidos, soleados y secos, también pueden contribuir a la alta prevalencia del síndrome de visión computacional (SVC) en África, ya que los ojos secos, un componente clave del síndrome de visión computacional, son más comunes en estas afecciones [Citación29 ,Citación30 ]. Los resultados destacan la necesidad de capacitación ergonómica, mejores configuraciones de los lugares de trabajo y adaptaciones ambientales para abordar la alta prevalencia del SVC en África, al tiempo que enfatizan la importancia de las campañas de concientización y las intervenciones políticas para reducir su impacto.

Income group analysis revealed that lower-middle-income countries reported the highest prevalence at 71.3% (95% CI: 65.2 to 77.0), followed by low-income countries (69.3%, 95% CI: 59.5 to 78.3), high-income countries (68.0, 95% CI: 60.3 to 75.2), and upper-middle-income (66.1, 95% CI: 49.1 to 81.2) [Citation1]. This data suggests that CVS is a pervasive issue across all income levels, highlighting the potential influence of workplace practices, awareness, and access to preventive measures rather than economic factors alone.

Population-specific nuances were evident, ranging from 50.5% prevalence (95% CI: 29.3 to 71.6) among children and adolescents to 76.1% (95% CI: 70.7 to 81.2) among university students. While in broader categories, the general population and workers reported prevalence rates of 67.9% (95% CI: 56.7 to 78.3) and 69.2% (95% CI: 64.7 to 73.6), respectively [Citation1]. The high prevalence of CVS among university students is linked to variations in screen time, ergonomic practices, and awareness of proper eye care, as they frequently spend long hours on multiple digital devices for study, online classes, research, and social activities—especially after the pandemic-driven shift to virtual learning—often without proper ergonomic setups or adequate breaks, leading to increased rates of CVS symptoms [Citation2–4,Citation9,Citation31–34].

Social media dominates teenagers’ and young adults’ daily lives, linking excessive use to high-risk behaviors and poor academic performance [Citation35,Citation36]. This issue has been further amplified by the COVID-19 pandemic, which drove adolescents toward increased digital interactions, contributing to health problems such as CVS [Citation3,Citation37]. Alongside social media, gaming has also been a significant contributor to screen time in teenagers and young adults. While it can enhance cognitive skills and social interaction, excessive gaming often leads to increased screen exposure, a risk factor for CVS [Citation38]. Similarly, augmented reality (AR), which blends digital elements with the real world, is increasingly being integrated into entertainment, healthcare, and education [Citation39,Citation40]. However, extended use of AR for gaming raises additional concerns about ocular health, particularly due to phenomena like vergence-accommodation conflict, where the eyes must simultaneously converge on a virtual object’s perceived depth while accommodating to the fixed distance of the physical screen. This mismatch disrupts the natural coupling of these processes, leading to visual discomfort, particularly during rapid changes in depth cues [Citation41,Citation42 ]. Estos problemas son especialmente preocupantes entre los adolescentes y jóvenes adultos, quienes, según la Asociación de Software de Entretenimiento (ESA) en 2019, representan el 40% de los jugadores de videojuegos. Este grupo de edad, específicamente los adolescentes de 12 a 18 años, es el que más tiempo dedica a los videojuegos, con un promedio de 11,89 horas semanales.Citación43 ].

Por otro lado, los niños y adolescentes pueden tener una menor exposición a las pantallas debido a las preferencias individuales por la actividad física, la orientación eficaz de los padres y el compromiso social, que en conjunto promueven un estilo de vida que favorece la participación activa sobre las actividades basadas en pantallas, ya que muchos jóvenes prefieren el juego y los deportes al aire libre, reduciendo así su tiempo frente a las pantallas [Citación44 ]. La influencia de los padres es crucial, ya que los estudios muestran que los padres que establecen límites de tiempo frente a la pantalla pueden reducir significativamente el uso de pantalla de sus hijos [Citación45 ]. Además, cuando los padres participan en actividades con sus hijos, a menudo esto resulta en menos tiempo frente a la pantalla, lo que resalta la importancia de la participación activa [Citación46 ]. La participación social en los entornos escolares desempeña un papel clave en la reducción del tiempo frente a la pantalla, ya que los niños que se sienten conectados con su comunidad escolar tienen más probabilidades de participar en actividades que limitan el uso de la pantalla, mientras que la soledad y el aislamiento social están relacionados con un mayor uso de la pantalla, lo que destaca la importancia de las conexiones sociales [Citación47 ].

En particular, la elección de los criterios de diagnóstico influyó en las tasas de prevalencia: los estudios CVS-Q informaron una prevalencia del 61,3 % (IC del 95 %: 50,7 a 71,4), mientras que otros criterios arrojaron una prevalencia más alta del 75,4 % (IC del 95 %: 71,3 a 79,4) [Citación1 ]. Esta variación resalta la necesidad de criterios diagnósticos estandarizados en los estudios de CVS para garantizar resultados consistentes. Criterios más amplios pueden identificar más casos, mientras que criterios específicos como el CVS-Q pueden reportar menos casos en comparación con definiciones más inclusivas, lo que afecta las estimaciones de prevalencia y las estrategias de salud pública.Citación48 ].

Estos hallazgos subrayan la compleja interacción de factores demográficos, diagnósticos y poblacionales que influyen en la prevalencia del SVC. El desglose detallado de la prevalencia en los distintos subgrupos mejora nuestra comprensión de la naturaleza multifacética del SVC y destaca la necesidad de intervenciones personalizadas basadas en consideraciones demográficas y contextuales.Figura 3. presenta la prevalencia del síndrome de visión por computadora en diferentes grupos demográficos según los hallazgos de Ccami-Bernal F et al. [Citación1 ].

Figura 3. La prevalencia del síndrome de visión por computadora en diferentes grupos demográficos.

Figura 3. La prevalencia del síndrome de visión por computadora en diferentes grupos demográficos.

Mostrar en tamaño completo

Factores de riesgo y exigencias visuales en el síndrome visual informático

El uso prolongado de computadoras o pantallas digitales plantea desafíos únicos que aumentan el riesgo de CVS, ya que las demandas visuales difieren de las tareas tradicionales, con distintas distancias y ángulos de visualización que estresan el enfoque y el movimiento de los ojos, mientras que la resolución de la pantalla, el contraste, las frecuencias de actualización y el resplandor contribuyen aún más a los síntomas oculares [Citación12 ].

Entre los posibles factores, la luz azul emitida por las pantallas digitales ha atraído considerable atención. Sus defensores argumentan que la luz azul puede aumentar la fatiga visual y el malestar, y algunos investigadores la vinculan con síntomas del síndrome de fatiga crónica (SVC).Citación49 ]. Los estudios indican que la exposición prolongada a LED azules en ratones está relacionada con la apoptosis y el daño oxidativo a la córnea, con efectos similares como la reducción de la viabilidad celular y el aumento de las especies reactivas de oxígeno observadas en las células corneales y conjuntivales humanas, lo que puede provocar inflamación de la superficie ocular, empeoramiento de la enfermedad del ojo seco y exacerbación de los síntomas del síndrome de visión borrosa; además, estudios en animales y cultivos celulares muestran daño retiniano por la exposición prolongada a la luz azul brillante, lo que genera inquietudes de que la exposición crónica en humanos podría contribuir a enfermedades de la retina, incluida la degeneración macular relacionada con la edad [Citación50 ,Citación51 ]. Sin embargo, el papel de la luz azul en el SVC sigue siendo controvertido. Varias organizaciones, incluida la Asociación Americana de Optometría, no consideran que la luz azul sea un factor causante del SVC.Citación52 ]. Algunos investigadores proponen que la luz azul de las pantallas puede ser un factor de riesgo de fatiga visual, mientras que otros argumentan que los síntomas probablemente sean el resultado de una combinación de factores relacionados con las pantallas, junto con influencias ambientales y ergonómicas [Citación12 ,Citación51 ,Citación53 ,Citación54 ].

Como resultado, la comunidad científica continúa debatiendo el verdadero impacto de la luz azul en el CVS y pide más investigaciones para aclarar su función y eficacia para mitigar los síntomas.

La visión no corregida contribuye significativamente al riesgo de desarrollar CVS [Citación10 ,Citación55 ]. Las investigaciones indican que las personas con errores refractivos no corregidos, presbicia, trastornos de acomodación y trastornos de vergencia son particularmente susceptibles al síndrome de visión borrosa (SVC) debido al aumento del esfuerzo visual necesario para enfocar las pantallas durante períodos prolongados [Citación11 ]. Estas personas también pueden considerar que sus prescripciones no son adecuadas para las distancias de la pantalla de la computadora, lo que les lleva a adoptar posturas incómodas, como inclinar la cabeza o inclinarse hacia adelante. Estas posturas pueden provocar espasmos musculares o dolor en el cuello, los hombros o la espalda.Citación10 ]. Esto subraya la importancia de las evaluaciones visuales regulares para detectar estas afecciones, en particular en adultos, ya que se vuelven más susceptibles a las deficiencias visuales relacionadas con la edad después de los 40 años, lo que enfatiza aún más la necesidad de un diagnóstico e intervención tempranos [Citación12 ].

La Asociación Americana de Optometría (AoA) subraya que pasar dos o más horas seguidas frente a una computadora o usando dispositivos digitales diariamente aumenta el riesgo de desarrollar SVC. Este tiempo prolongado frente a la pantalla sobrepasa la capacidad visual, lo que contribuye a la manifestación de los síntomas del SVC.Citación12 ].

En esencia, comprender estos factores de riesgo multifacéticos es esencial para desarrollar estrategias preventivas eficaces. Los síntomas del SVC suelen aparecer cuando las exigencias visuales de la tarea superan la capacidad visual del individuo. Al ser conscientes de los factores contribuyentes, tanto individuales como ambientales, se pueden fomentar prácticas que promuevan una salud visual óptima en nuestra era tecnológica.Citación10 ,Citación12 ].

Estrategias de prevención, manejo y tratamiento

Pautas actuales para la prevención del CVS [Citación12 ]

Las siguientes recomendaciones se basan en las directrices actuales de la Asociación Americana de Optometría para la prevención y el tratamiento del SVC. Estas directrices enfatizan la importancia de un enfoque integral, que incluye un examen ocular exhaustivo que considere el historial médico del paciente, el uso de medicamentos y las condiciones ambientales que pueden agravar la fatiga visual. En este contexto, los profesionales de la salud ocupacional y ambiental desempeñan un papel fundamental, especialmente en el lugar de trabajo, al difundir conocimientos entre el personal y los supervisores sobre estrategias eficaces para aliviar la fatiga visual.

La posición de la pantalla del ordenador es crucial para la comodidad y la ergonomía. Los usuarios suelen sentirse más cómodos cuando sus ojos miran hacia abajo, hacia la pantalla. Para una posición óptima, la pantalla debe colocarse entre 15 y 20 grados por debajo del nivel de los ojos, con el centro de la pantalla a unos 10-12 cm por debajo del nivel de los ojos y a una distancia de 50-70 cm de estos. Además, la ubicación de los materiales de referencia es fundamental. Idealmente, deberían estar ubicados encima del teclado y debajo del monitor para reducir la necesidad de mover la cabeza con frecuencia. Si esta configuración no resulta práctica, una alternativa adecuada es usar un portadocumentos junto al monitor.Figura 4Proporciona una representación visual de estas pautas ergonómicas, ilustrando la postura correcta para sentarse, el ángulo y la distancia recomendados de la pantalla y la ubicación óptima de los materiales de referencia.

Figura 4. La postura ergonómica correcta para sentarse.

Figura 4. La postura ergonómica correcta para sentarse.

Mostrar en tamaño completo

Igualmente importante es considerar las condiciones de iluminación, donde se debe procurar colocar la pantalla de la computadora para evitar el deslumbramiento, especialmente el de la iluminación superior o las ventanas. El uso de persianas o cortinas en las ventanas y bombillas de menor potencia en las lámparas de escritorio puede ayudar a reducir el deslumbramiento. En casos donde el deslumbramiento persiste, se recomienda el uso de pantallas o filtros antideslumbrantes para disminuir la luz reflejada de la pantalla. Se recomienda el uso de lentes monofocales con una distancia focal ajustada por computadora para equilibrar las prácticas ergonómicas y la comodidad visual para los trabajadores sintomáticos.

La posición del asiento es otro aspecto vital, lo que enfatiza la necesidad de sillas con un acolchado cómodo que se adapte al cuerpo. La altura de la silla debe ajustarse para asegurar que los pies descansen planos sobre el suelo, con reposabrazos ajustables que brinden apoyo al escribir y que las muñecas se mantengan alejadas del teclado.

Para aliviar la fatiga visual, se recomienda incorporar descansos al uso de la computadora. Los usuarios deben procurar descansar la vista durante 15 minutos después de dos horas de uso continuo. Se recomienda parpadear con frecuencia para minimizar el riesgo de sequedad ocular durante el uso prolongado de la computadora, ya que el parpadeo ayuda a mantener la superficie frontal de los ojos húmeda.

Tecnologías innovadoras en la prevención del CVS

La integración de tecnologías wearables e inteligencia artificial (IA) en la monitorización de la salud ocular y la promoción de prácticas ergonómicas está cobrando gran importancia, especialmente con la llegada de las gafas inteligentes y otros dispositivos innovadores, como lo demuestran varios estudios que exploran los avances y las aplicaciones de estas tecnologías en el ámbito de la salud. Uno de estos estudios, "Tecnologías wearables de seguimiento cercano al ojo para la salud: Una revisión", de Zhu et al., destaca el papel de las tecnologías de seguimiento cercano al ojo (NET) en la salud. Publicada en 2024, la revisión examina aproximadamente 70 artículos relacionados de las últimas dos décadas, con un análisis centrado en 30 estudios de los cinco años anteriores.

Estos dispositivos portátiles que utilizan tecnologías NET, como la videooculografía (VOG) y la electrooculografía (EOG), brindan información en tiempo real sobre los movimientos y comportamientos oculares; por ejemplo, los anteojos inteligentes equipados con sensores NET pueden monitorear las frecuencias de parpadeo y la fatiga visual, ofreciendo recordatorios oportunos para parpadear o tomar descansos, reduciendo así la fatiga visual digital y promoviendo hábitos de tiempo frente a la pantalla más saludables, al mismo tiempo que mejoran la gestión de la salud personal a través de un monitoreo continuo y no intrusivo y fomentan prácticas ergonómicas al alertar a los usuarios para que ajusten la postura o tomen los descansos necesarios.Citación56 ].

Además, Donisi et al. han destacado el uso de sensores portátiles combinados con IA para mejorar la ergonomía física. Este enfoque puede adaptarse para desarrollar soluciones personalizadas para usuarios de ordenador, donde los dispositivos portátiles rastrean la postura y el tiempo de pantalla, utilizando IA para proporcionar retroalimentación en tiempo real y sugerir ajustes para prevenir el síndrome cardiovascular.Citación57 ].

Hamilton et al. adaptaron un concepto similar en su estudio, que demostró que la evaluación ergonómica por video en tiempo real basada en IA puede mejorar la postura y la conciencia de los residentes de cirugía. Los residentes mejoraron sus puntuaciones ergonómicas en los ángulos del cuello y el hombro derecho. También expresaron una mayor conciencia de la ergonomía gracias al contenido de la sesión y la información de IA, lo que demuestra la eficacia de la intervención.Citación58 ]. A medida que estas tecnologías siguen evolucionando, demuestran el potencial transformador de las tecnologías wearables y la IA para la gestión de la salud ocular y la promoción de prácticas ergonómicas. Al ofrecer retroalimentación e intervenciones personalizadas, estas innovaciones pueden prevenir el síndrome de fatiga visual y mejorar significativamente el bienestar general.

Una revisión de 2021 enfatizó la necesidad de intervenciones efectivas para reducir el tiempo frente a pantallas y prevenir el SVC. Examinó estudios de 2011 a 2019, disponibles en MEDLINE, la Biblioteca Cochrane y CINAHL, centrados en la reducción del uso de pantallas en niños y adolescentes. De 933 publicaciones, se incluyeron 11 estudios con diversos enfoques, como programas escolares, aplicaciones para teléfonos inteligentes, asesoramiento y materiales educativos. Cabe destacar que la aplicación ATLAS redujo significativamente el uso recreativo de pantallas a los 8 y 18 meses, mientras que programas como Fit 5 Kids y el Programa Melbourne InFANT lograron reducir el tiempo frente a la televisión. Sin embargo, desafíos como el impacto a corto plazo de las intervenciones y la dificultad para identificar los componentes más efectivos resaltan la necesidad de mayor investigación sobre estrategias a largo plazo que utilicen nuevas tecnologías para reducir la exposición digital y mitigar el riesgo de SVC.Citación59 ].

Los fabricantes de dispositivos pueden ayudar a mitigar los riesgos de CVS relacionados con la resolución de la pantalla, el contraste, las frecuencias de actualización y el resplandor al incorporar características como tecnologías de reducción de resplandor, modos de brillo ajustables y frecuencias de actualización optimizadas, con la colaboración entre profesionales de la salud y desarrolladores de tecnología que fomentan soluciones innovadoras para mejorar la experiencia del usuario y proteger la salud ocular [Citación12 ].

Reconociendo el papel fundamental de los profesionales de la visión, es necesario educar al público sobre cómo mantener una salud visual óptima mediante el cumplimiento de los estándares visuales y ergonómicos establecidos. Se recomienda encarecidamente una campaña educativa integral sobre el SVC que abarque aspectos del uso de computadoras, prácticas ergonómicas, síntomas del SVC, opciones de tratamiento y enfoques preventivos, empoderando así a las personas para proteger proactivamente su bienestar visual.Citación10 ,Citación12 ,Citación60 ].

Manejo y tratamiento [Citación61 ]

Explorar las complejidades del manejo del SVC exige un enfoque matizado y multifacético, como lo subrayan los hallazgos derivados de una exhaustiva revisión sistemática y metaanálisis de Singh et al., titulada "Intervenciones para el manejo del síndrome de visión por computadora: una revisión sistemática y metaanálisis", publicada en la Revista de la Academia Americana de Oftalmología. Este análisis exhaustivo, que abarca datos de 45 ensayos controlados aleatorizados (ECA) y una sólida cohorte de 4497 participantes, sienta las bases para recomendaciones basadas en la evidencia que fundamentan la práctica clínica. Actualmente, no existen guías clínicas establecidas que ayuden a los profesionales a ofrecer asesoramiento basado en la evidencia sobre los tratamientos del SVC. Esta revisión sistemática y metaanálisis busca subsanar esta deficiencia al orientar las mejores prácticas para los profesionales de la salud visual. A continuación, se resumen los hallazgos clave de estos estudios.Citación61 ].

  1. Ayudas ópticas
  2. Lentes multifocales: El estudio no encontró una mejora significativa en las puntuaciones de fatiga visual al usar lentes multifocales en comparación con lentes monofocales, con una diferencia de medias estandarizada (DME) de 0,11. Además, la evidencia de certeza muy baja indicaba que no existían diferencias en la amplitud de acomodación. No se observaron diferencias significativas en los síntomas de ojo seco ni en la tasa de eventos adversos. Las lentes multifocales se recetan con frecuencia para proporcionar una corrección refractiva óptima a distancias intermedias y cercanas. Sin embargo, los hallazgos sugieren que podrían no aliviar eficazmente los síntomas del síndrome de visión periférica.
  3. Gafas con filtro de luz azul: A pesar de su popularidad, las gafas con filtro de luz azul no mostraron una reducción significativa de los síntomas de fatiga visual en comparación con las lentes sin filtro de luz azul. Tampoco se observó una diferencia significativa en la frecuencia crítica de fusión de parpadeo (FFC). La evidencia de certeza moderada no indicó mejoría en los síntomas de ojo seco. El estudio cuestiona el uso de la FFC como medida de la fatiga visual y exige estudios más rigurosos para determinar la verdadera eficacia de las lentes con filtro de luz azul. Este debate en curso cuestiona la validez de las recomendaciones actuales sobre la exposición a la luz azul y el uso de gafas protectoras.
  4. Suplementos orales
  5. Extractos de bayas: El estudio no encontró una mejora significativa de la fatiga visual ni de la FCF con extractos de bayas, como el arándano y el maqui. Tampoco se observó una mejoría de los síntomas de ojo seco. Los mecanismos de acción propuestos para estos suplementos no están claros, y las poblaciones del estudio no presentaban deficiencias dietéticas que justificaran la suplementación.
  6. Ácidos grasos omega-3: La evidencia de baja certeza sugiere que los ácidos grasos omega-3 podrían mejorar los síntomas del ojo seco, aunque se observó una alta heterogeneidad estadística y posibles efectos adversos como intolerancia gástrica, especialmente en dosis altas. Se cree que los omega-3 mejoran la salud de la superficie ocular al modular la homeostasis lagrimal. Si bien pueden ser beneficiosos, se requieren más investigaciones para confirmar su eficacia y seguridad.
  7. Carotenoides: El estudio encontró evidencia de certeza muy baja de una mejora en la FCF con la suplementación con carotenoides. La relevancia clínica de este hallazgo no está clara y se desconoce su posible mecanismo de acción. Se cree que los carotenoides, como la luteína y la zeaxantina, favorecen la salud ocular, pero se necesita más investigación para explorar sus beneficios para el SVC.
  8. Suplementos combinados: Estos suplementos suelen incluir una mezcla de vitaminas, minerales y otros nutrientes. Sin embargo, la evidencia de certeza muy baja no demostró efectos significativos de los suplementos combinados sobre la fatiga visual, la amplitud de acomodación y la frecuencia de parpadeo. Los eventos adversos reportados no estuvieron relacionados con la intervención.
  9. Otros suplementos:

Extractos de té verde: a menudo comercializados por sus propiedades antioxidantes, el estudio encontró evidencia de certeza muy baja de que no hay diferencias significativas en la fatiga visual o la CFF con extractos de té verde en comparación con el placebo.

Probióticos: Si bien se cree que favorecen la salud general, incluida la salud ocular, hubo evidencia de certeza muy baja de que no existían diferencias significativas en la fatiga visual, los síntomas del ojo seco o la CFF con probióticos.

Taurina: La taurina a veces se incluye en suplementos para la salud ocular, pero el estudio encontró evidencia de certeza muy baja de que no hay diferencias significativas en la CFF con taurina en comparación con placebo.

  1. Lágrimas artificiales

Usadas comúnmente para aliviar los síntomas del ojo seco, el estudio encontró evidencia de certeza muy baja sobre la eficacia de las lágrimas artificiales para el manejo de los síntomas del SVC, con diferentes regímenes de dosificación probados. No se observó una reducción significativa de los síntomas en comparación con la ausencia de intervención, y no se reportaron resultados secundarios ni eventos adversos.

  1. Modificaciones ambientales
  2. Dispositivos de aire frío húmedo (humidificadores): Se cree que estos dispositivos mejoran la calidad del aire al humedecerlo para aumentar los niveles de humedad. El estudio encontró evidencia de certeza muy baja que indica que no hay diferencia significativa en la fatiga visual ni en los síntomas de ojo seco con los dispositivos de aire frío húmedo.
  3. Sistemas informatizados de evaluación de riesgos: Sistemas que suelen incluir software para analizar y optimizar la ergonomía en el lugar de trabajo. El estudio halló evidencia de muy baja certeza sobre resultados dispares en la reducción de la fatiga visual con recomendaciones de modificación del lugar de trabajo generadas por sistemas informatizados de evaluación de riesgos.
  4. Ajustes ergonómicos: Aunque se recomiendan comúnmente para reducir los síntomas del síndrome cardiovascular, el estudio no encontró evidencia de la eficacia de los ajustes ergonómicos para controlar los síntomas del síndrome cardiovascular, ya que no se midieron ni informaron resultados.
  5. Higiene visual

Regla 20-20-20: Una recomendación popular para reducir la fatiga visual. Sin embargo, el estudio encontró evidencia limitada de su eficacia, sin mostrar ninguna mejora significativa en los síntomas de fatiga visual en comparación con un placebo, como el consejo de beber agua. También hubo evidencia limitada de su efecto en la reducción de los síntomas del ojo seco.

  1. Otras intervenciones
  2. Yoga: Si bien se piensa que reduce el estrés y mejora el bienestar general, el estudio encontró evidencia de certeza muy baja de alguna reducción en la fatiga visual con el yoga, pero intervenciones similares y comparadores en estudios generan cautela en las conclusiones.
  3. Pausas de descanso suplementarias en el lugar de trabajo: recomendadas para reducir la fatiga y el cansancio ocular, el estudio encontró evidencia de certeza muy baja de alguna reducción en la fatiga visual con pausas de descanso suplementarias en el lugar de trabajo, pero no se proporcionaron datos numéricos.

El estudio subraya la urgente necesidad de mayor investigación para identificar tratamientos eficaces para el SVC establecido. A pesar de evaluar una amplia gama de intervenciones, la evidencia que respalda su eficacia sigue siendo limitada y, a menudo, no concluyente. Los estudios futuros deben centrarse en metodologías rigurosas, medidas de resultados estandarizadas y muestras más grandes para evaluar mejor los posibles beneficios y la seguridad de los diversos tratamientos. Esta investigación continua es crucial para desarrollar estrategias eficaces basadas en la evidencia para el manejo del SVC y mejorar los resultados de los pacientes.

Perspectiva de futuro

El panorama del Síndrome de Visión Informática (SVI) experimentará una transformación significativa en la próxima década, impulsada por los avances tecnológicos, la investigación y la concienciación. Con el uso generalizado de dispositivos digitales, las estrategias innovadoras de prevención y tratamiento son cada vez más cruciales. Es probable que futuras investigaciones establezcan criterios diagnósticos estandarizados para evaluar la prevalencia del SVI e informar sobre las estrategias de salud pública.

Las tecnologías emergentes, como la IA y los dispositivos wearables, ofrecen posibles intervenciones personalizadas, como gafas inteligentes y aplicaciones ergonómicas. Estas herramientas podrían proporcionar retroalimentación en tiempo real para reducir los síntomas del síndrome cardiovascular y mejorar la salud visual.

Revisiones sistemáticas recientes de intervenciones —incluyendo enfoques ópticos, nutricionales, ergonómicos y ambientales— muestran evidencia limitada y, a menudo, no concluyente de su eficacia. Por ejemplo, las gafas con filtro de luz azul y las lentes multifocales han demostrado un éxito mínimo o nulo, lo que pone de relieve la necesidad de realizar más investigaciones para identificar estrategias de tratamiento alternativas y actualizar las recomendaciones actuales en consecuencia.

Además, el SVC puede manifestarse de forma diferente en poblaciones específicas, como niños con trastornos del neurodesarrollo, personas con afecciones visuales o neurológicas y adultos mayores con cambios relacionados con la edad. Se necesita investigación para explorar cómo estos grupos experimentan el SVC de forma diferente en cuanto a patrones de síntomas, gravedad e impacto en la vida diaria, en comparación con quienes no presentan estas afecciones. Comprender estas distinciones será crucial para desarrollar criterios diagnósticos personalizados e intervenciones específicas.

Las campañas de concienciación pública que enfatizan las prácticas ergonómicas, los exámenes oculares periódicos y el uso equilibrado de dispositivos son fundamentales. Estas iniciativas, junto con las intervenciones en el lugar de trabajo y las iniciativas educativas, deben integrarse en un enfoque holístico que también aborde los desafíos específicos que enfrentan los diversos grupos.

También se necesitan más investigaciones para aclarar el papel de la luz azul y otros factores ambientales en el CVS y para evaluar tratamientos innovadores, como ayudas ópticas avanzadas, suplementos nutricionales y soluciones ergonómicas adaptadas a las necesidades individuales.

En resumen, avanzar en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento del SVC requerirá una combinación de intervenciones basadas en la evidencia, mejores herramientas de diagnóstico, educación pública y tecnologías innovadoras. Al abordar estas prioridades, incluyendo las necesidades específicas de las poblaciones especiales, podemos mitigar eficazmente el impacto del SVC y promover una mejor salud visual para todos.

Contribuciones de los autores

FK conceptualizó el estudio y redactó el protocolo. FK, AA y AT participaron en el diseño y realizaron una búsqueda bibliográfica. FK y AA redactaron el manuscrito. FK supervisó el estudio. Todos los autores leyeron y aprobaron la versión final.

Declaraciones éticas y de transparencia

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses en la preparación de esta revisión bibliográfica. No tienen relaciones financieras ni personales que puedan influir o sesgar indebidamente el contenido de este trabajo.

Durante la preparación de este trabajo, los autores utilizaron ChatGPT 4 para revisar y mejorar el lenguaje y la gramática del manuscrito. Tras utilizar esta herramienta/servicio, revisaron y editaron minuciosamente el contenido según fuera necesario y asumen plena responsabilidad por el contenido de la publicación.

Declaración de divulgación

El/los autor(es) no informaron de ningún posible conflicto de intereses.

Información adicional

Fondos

Este artículo no fue financiado.

Artículo anteriorVer la tabla de contenidos del númeroSiguiente artículo

Referencia

  1. Ccami-Bernal F, Soriano-Moreno DR, Romero-Robles MA, et al. Prevalencia del síndrome de visión por computadora: Una revisión sistemática y un metaanálisis. J Optom . 2024;17(1):100482. ** doi:10.1016/j.optom.2023.100482

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Galindo-Romero C, Ruiz-Porras A, García-Ayuso D, et al. Síndrome de visión por ordenador en la población española durante el confinamiento por el COVID-19. Optom Vis Ciencia . 2021;98(11):1255–1262. doi:10.1097/OPX.0000000000001794

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Li R, Ying B, Qian Y, et al. Prevalencia de síntomas autoreportados del síndrome visual informático y factores de riesgo asociados entre escolares de China durante la pandemia de COVID-19. Ophthalmic Epidemiol . 2022;29(4):363–373. doi:10.1080/09286586.2021.1963786

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Roy S, Sharif AB, Chowdhury S, et al. Educación en línea inevitable debido a la COVID-19 y su asociación con el síndrome visual informático: un estudio transversal. BMJ Open Ophth . 2022;7(1):e001118. doi:10.1136/bmjophth-2022-001118

(Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. León-Figueroa DA, Barboza JJ, Siddiq A, et al. Prevalencia del síndrome visual informático durante la pandemia de COVID-19: una revisión sistemática y un metanálisis. BMC Public Health . 2024;24(1):640. * doi:10.1186/s12889-024-17636-5

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Asghar MZ, Iqbal A, Seitamaa-Hakkarainen P, et al. Rompiendo el distanciamiento social de los estudiantes a través de las redes sociales durante la pandemia de COVID-19. Int J Environ Res Public Health . 2021;18(21):11012. doi:10.3390/ijerph182111012

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Rouleau RD, Beauregard C, Beaudry V. Aumento del uso de redes sociales en adolescentes durante la pandemia de COVID-19: validación francesa de la Escala de Adicción a las Redes Sociales de Bergen en una cohorte canadiense. BMC Psychol . 2023;11(1):92. doi:10.1186/s40359-023-01141-2

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Mrayyan MT, Alseid ARH, Ghoolah TS, et al. Investigación de la prevalencia del síndrome de visión informática (SVI) en estudiantes de enfermería de pregrado: un estudio transversal. SAGE Open Nurs . 2023;9:23779608231191883. doi:10.1177/23779608231191883

(Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Wangsan K, Upaphong P, Assavanopakun P, et al. Síndrome de Visión Informática Autorreportado entre estudiantes universitarios tailandeses en aulas virtuales durante la pandemia de COVID-19: Prevalencia y factores asociados. Int J Environ Res Public Health . 2022;19(7):3996. doi:10.3390/ijerph19073996

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Munshi S, Varghese A, Dhar-Munshi S. Síndrome de visión por computadora: una causa común de síntomas visuales inexplicables en la era moderna. Int J Clin Pract . 2017;71(7):e12962. doi:10.1111/ijcp.12962

(Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Gowrisankaran S, Sheedy JE. Síndrome de visión por computadora: Una revisión. Trabajo . 2015;52(2):303–314. doi:10.3233/WOR-152162

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Asociación Americana de Optometría. Síndrome de Visión Informática.https://www.aoa.org/ojos-saludables/condiciones-de-los-ojos-y-de-la-vision/sindrome-de-vision-de-computadora?sso=y(abrir en una nueva ventana)

(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Moore PA, Wolffsohn JS, Sheppard AL. Fatiga visual digital y su impacto en adultos trabajadores del Reino Unido e Irlanda. Cont Lens Anterior Eye . 2024;47(6):102176. doi:10.1016/j.clae.2024.102176

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Infografía: Tiempo frente a la pantalla vs. Tiempo libre. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.https://www.cdc.gov/nccdphp/dnpao/multimedia/infographics/getmoving(abrir en una nueva ventana)

(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Issa R, Sfeir M, Azzi V, et al. Asociación del síndrome visual informático con la depresión/ansiedad en jóvenes libaneses: El efecto mediador del estrés. Healthcare . 2023;11(19):2674. doi:10.3390/healthcare11192674

(Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Uribe-Hernández YC, Ochoa-Paredes FF, Meneses-Claudio BA, et al. Síndrome oftálmico relacionado con la informática en docentes de una universidad de la provincia de Cañete. Ann Med Surg (Londres) . 2023;85(2):261–265. doi:10.1097/MS9.0000000000000177

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Akiki M, Obeid S, Salameh P, et al. Asociación entre el síndrome de visión informática, el insomnio y la migraña en adultos libaneses: el efecto mediador del estrés. Prim Care Companion CNS Disord . 2022;24(4):21m03083.https://www.psychiatrist.com/pcc/asociación-entre-el-síndrome-de-visión-de-ordenador-insomnio-migraña-en-adultos-libaneses-efecto-mediador-del-estrés(abrir en una nueva ventana). doi:10.4088/PCC.21m03083

(Abrir en una nueva ventana)PubMed(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Mylona I, Deres ES, Dere G-DS, et al. El impacto de la adicción a internet y a los videojuegos en la visión de los adolescentes: una revisión de la literatura. Front Public Health . 2020;8:63. doi:10.3389/fpubh.2020.00063

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Abed Alah M, Abdeen S, Selim N, et al. Síndrome de visión informática en estudiantes durante el aprendizaje remoto: aprovechamiento de soluciones digitales para una visión clara. Front Public Health . 2023;11:1273886. doi:10.3389/fpubh.2023.1273886

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Shin S, Yang EH, Lee HC, et al. Relación entre el uso de terminales de visualización en el trabajo y los síntomas relacionados con el síndrome visual informático. Ann Occup Environ Med . 2023;35(1):e1. doi:10.35371/aoem.2023.35.e1

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Boadi-Kusi SB, Adueming PO-W, Hammond FA, et al. Síndrome de visión por computadora y sus factores ergonómicos asociados en trabajadores bancarios. Int J Occup Saf Ergon . 2022;28(2):1219–1226. doi:10.1080/10803548.2021.1897260

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Logaraj M, Madhupriya V, Hegde S. Síndrome de visión computacional y factores asociados en estudiantes de medicina e ingeniería en Chennai. Ann Med Health Sci Res . 2014;4(2):179–185. doi:10.4103/2141-9248.129028

(Abrir en una nueva ventana)PubMed(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Gadain Hassan HA. Síndrome de visión por computadora en estudiantes de medicina de la Universidad de Jartum, Sudán: prevalencia y factores asociados. Cureus . 2023;15(5):e38762. doi:10.7759/cureus.38762

(Abrir en una nueva ventana)PubMed(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Gorimanipalli B, Khamar P, Sethu S, et al. Hormonas y síndrome del ojo seco. Indian J Ophthalmol . 2023;71(4):1276–1284. doi:10.4103/IJO.IJO_2887_22

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Wang MT, Craig JP. Investigación del efecto de los cosméticos oculares en la película lagrimal: perspectivas actuales. Clin Optom (Auckl) . 2018;10:33–40. doi:10.2147/OPTO.S150926

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Boadi-Kusi SB, Abu SL, Acheampong GO, et al. Asociación entre prácticas ergoftalmológicas deficientes y síndrome visual informático en personal administrativo universitario de Ghana. J Environ Public Health . 2020;2020:7516357–7516358. doi:10.1155/2020/7516357

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Gasheya KA, Belay AA, Abegaze T, et al. Síndrome de visión por computadora y factores de riesgo ergonómicos entre trabajadores del Banco Comercial de Etiopía en Addis Abeba, Etiopía: un estudio transversal de base institucional. Frente Salud Pública . 2024;12:1341031. doi:10.3389/fpubh.2024.1341031

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Oladeinde BH, Ekejindu IM, Omoregie R, et al. Conciencia y conocimiento de la ergonomía entre los científicos de laboratorio médico en Nigeria. Ann Med Health Sci Res . 2015;5(6):423–427. doi:10.4103/2141-9248.177989

(Abrir en una nueva ventana)PubMed(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. van Setten G, Labetoulle M, Baudouin C, et al. Evidencia de estacionalidad y efectos de la psicrometría en la enfermedad del ojo seco. Acta Ophthalmol . 2016;94(5):499–506. doi:10.1111/aos.12985

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Berg EJ, Ying GS, Maguire MG, et al. Correlatos climáticos y ambientales de la gravedad del ojo seco: Informe del estudio DREAM (Evaluación y Manejo del Ojo Seco). Transl Vis Sci Technol . 2020;9(5):25. doi:10.1167/tvst.9.5.25

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Wang C, Joltikov KA, Kravets S, et al. Síndrome de visión por computadora en estudiantes de pregrado y de medicina durante la pandemia de COVID-19. Clin Ophthalmol . 2023;17:1087–1096. doi:10.2147/OPTH.S405249

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Mowatt L, Gordon C, Santosh ABR, et al. Síndrome de visión artificial y prácticas ergonómicas en estudiantes universitarios de pregrado. Int J Clin Pract . 2018;72(1):e13035. doi:10.1111/ijcp.13035

(Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Al Tawil L, Aldokhayel S, Zeitouni L, et al. Prevalencia de síntomas autoinformados del síndrome visual informático y sus factores asociados en estudiantes universitarios. Eur J Ophthalmol . 2020;30(1):189–195. doi:10.1177/1120672118815110

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Kharel Sitaula R, Khatri A. Conocimiento, actitud y práctica del síndrome de visión por computadora entre estudiantes de medicina y su impacto en la morbilidad ocular. J Nepal Health Res Council . 2018;16(3):291–296. doi:10.3126/jnhrc.v16i3.21426

(Abrir en una nueva ventana)PubMed(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Purba AK, Thomson RM, Henery PM, et al. Uso de redes sociales y conductas de riesgo para la salud en jóvenes: revisión sistemática y metanálisis. BMJ . 2023;383:e073552. doi:10.1136/bmj-2022-073552

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Lake Yimer B. Uso de redes sociales, bienestar psicosocial y rendimiento académico. Community Health Equity Res Policy . 2023;43(4):399–404. doi:10.1177/0272684X211033482

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Wehbe AT, Costa TE, Abbas SA, et al. Efectos del confinamiento por COVID-19 en el tiempo frente a pantallas, cefaleas, estrés y trastornos del sueño en adolescentes: un estudio transversal. Chronic Stress (Thousand Oaks) . 2022;6:24705470221099836. doi:10.1177/24705470221099836

(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Smirni D, Garufo E, Di Falco L, et al. El cerebro jugador. El impacto de los videojuegos en la cognición y el comportamiento en la edad pediátrica durante el confinamiento: una revisión sistemática. Pediatr Rep . 2021;13(3):401–415. doi:10.3390/pediatric13030047

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Eckert M, Volmerg JS, Friedrich CM. Realidad aumentada en medicina: revisión sistemática y bibliográfica. JMIR Mhealth Uhealth . 2019;7(4):e10967. doi:10.2196/10967

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Canton SP, Austin CN, Steuer F, et al. Viabilidad y usabilidad de la tecnología de realidad aumentada en el quirófano ortopédico. Curr Rev Musculoskelet Med . 2024;17(5):117–128. doi:10.1007/s12178-024-09888-w

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Xu ZH, Wu JF, Lei JY[, et al. El impacto de las gafas de realidad aumentada en la eficiencia visual humana y la fatiga ocular digital. Zhonghua Yan Ke Za Zhi Chin. J. Ophthalmol . 2024;60(4):352–358.

(Abrir en una nueva ventana)PubMed(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Kim J, Kane D, Banks MS. La tasa de cambio del conflicto de vergencia-acomodación afecta la incomodidad visual. Vision Res . 2014;105:159–165. doi:10.1016/j.visres.2014.10.021

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Rathakrishnan B, Bikar Singh SS, Yahaya A. Preferencias de juego y personalidad en escolares. Child. Basel, Suiza . 2023;10(3):428. doi:10.3390/children10030428

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Minges KE, Owen N, Salmon J, et al. Reducción del tiempo de pantalla de los jóvenes: metasíntesis cualitativa de hallazgos sobre barreras y facilitadores. Health Psychol . 2015;34(4):381–397. doi:10.1037/hea0000172

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Ozturk Eyimaya A, Yalçin Irmak A. Relación entre las prácticas parentales y el tiempo de pantalla de los niños durante la pandemia de COVID-19 en Turquía. J Pediatr Nurs . 2021;56:24–29. doi:10.1016/j.pedn.2020.10.002

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Paterson DC, Ramage K, Moore SA, et al. Explorando el impacto de la COVID-19 en las conductas de movimiento de niños y jóvenes: Una revisión exhaustiva de la evidencia tras el primer año. J Sport Health Sci . 2021;10(6):675–689. doi:10.1016/j.jshs.2021.07.001

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Katapally TR, Thorisdottir AS, Laxer R, et al. Asociación entre la conexión escolar y la participación en el acoso escolar con el uso de múltiples pantallas entre jóvenes de dos provincias canadienses: un estudio COMPASS. Health Promot Chronic Dis Prev Can Res Policy Pract . 2018;38(10):368–379.

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Seguí M del M, Cabrero-García J, Crespo A, et al. Se desarrolló un cuestionario fiable y válido para medir el síndrome visual informático en el entorno laboral. J Clin Epidemiol . 2015;68(6):662–673. doi:10.1016/j.jclinepi.2015.01.015

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Singh S, Keller PR, Busija L, et al. Lentes para gafas con filtro de luz azul para el rendimiento visual, el sueño y la salud macular en adultos. Cochrane Database Syst Rev. 2023;8(8):CD013244. doi:10.1002/14651858.CD013244.pub2

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Wong NA, Bahmani H. Una revisión del estado actual de la investigación sobre la seguridad de la luz azul artificial en dispositivos digitales. Heliyon . 2022;8(8):e10282. doi:10.1016/j.heliyon.2022.e10282

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Redondo B, Vera J, Ortega-Sánchez A, et al. Efectos de un filtro de pantalla con bloqueo de luz azul en la precisión acomodativa y la incomodidad visual. Ophthalmic Physiol Opt . 2020;40(6):790–800. doi:10.1111/opo.12738

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Moulton EA, Galor A, Ciolino JB, et al. ¿Es la luz azul una pista falsa en un modelo de roedores con síndrome de visión por ordenador? Pain . 2023;164(7):1640–1640. doi:10.1097/j.pain.0000000000002941

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Dabrowiecki A, Villalobos A, Krupinski EA. Impacto de las gafas con filtro de luz azul en el síndrome visual informático en residentes de radiología: un estudio piloto. J Med Imaging Bellingham, Washington . 2020;7(2):022402.

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Zivcevska M, Lei S, Blakeman A, et al. Una nueva prueba psicométrica visual para la incomodidad inducida por la luz, utilizando estímulos de luz roja y azul en condiciones de visión binocular y monocular. Invest Ophthalmol Vis Sci . 2018;59(3):1467–1474. doi:10.1167/iovs.17-23526

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Adane F, Alamneh YM, Desta M. Síndrome de visión por computadora y predictores en usuarios de computadoras en Etiopía: una revisión sistemática y un metanálisis. Trop Med Health . 2022;50(1):26. doi:10.1186/s41182-022-00418-3

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Zhu L, Chen J, Yang H, et al. Tecnologías portátiles de seguimiento ocular cercano para la salud: una revisión. Bioeng. Basel, Suiza . 2024;11(7):738. doi:10.3390/bioengineering11070738

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Donisi L, Cesarelli G, Pisani N, et al. Sensores portátiles e inteligencia artificial para la ergonomía física: una revisión sistemática de la literatura. Diagn. Basel, Suiza . 2022;12(12):3048. ** doi:10.3390/diagnostics12123048

(Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Hamilton BC, Dairywala MI, Highet A, et al. La evaluación y capacitación ergonómica mediante video en tiempo real basada en inteligencia artificial mejora la ergonomía de los residentes. Am J Surg . 2023;226(5):741–746. doi:10.1016/j.amjsurg.2023.07.028

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Krafft H, Boehm K, Schwarz S, et al. Conciencia mediática y reducción del tiempo de pantalla en niños, jóvenes o familias: una revisión sistemática de la literatura. Child Psychiatry Hum Dev . 2023;54(3):815–825. ** doi:10.1007/s10578-021-01281-9

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Randolph SA. Síndrome de visión por computadora. Seguridad en el trabajo . 2017;65(7):328–328. doi:10.1177/2165079917712727

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

  1. Singh S, McGuinness MB, Anderson AJ, et al. Intervenciones para el manejo del síndrome visual informático. Oftalmología . 2022;129(10):1192–1215. ** doi:10.1016/j.ophtha.2022.05.009

(Abrir en una nueva ventana)PubMed (Abrir en una nueva ventana)Web of Science ®(Abrir en una nueva ventana)Google Académico

Descargar PDF

Investigación relacionada

Atención eficiente y eficaz de la diabetes en la era de la digitalización y la cultura de investigación hipercompetitiva: una revisión centrada en la región del Pacífico Occidental con Ma...

Boon-How Chew y otros.

Sistemas de salud y reforma

Publicado en línea: 6 de enero de 2025

Manejo de la fatiga visual digital

Chantal Coles‐brennan y otros.

Optometría clínica y experimental

Publicado en línea: 15 de abril de 2021

Silicosis y tuberculosis: una revisión sistemática y un metanálisis

P. Jamshidi y otros.

Neumología

Publicado en línea: 24 de octubre de 2024